Foto: Arantxa Boyero Lirón

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Museo Museo Cerralbo
Inventario 01606
Clasificación Genérica Espejos; Vidrio y Cristal
Objeto/Documento Espejo
Tipología/Estado Cornucopia
Componentes Espejo (1); Marco (1)
Autor/a Real Fábrica de Cristales de La Granja
Título San Antonio abad
Materia/Soporte Marco: Madera dorado
Espejo: Vidrio
Técnica Marco: Tallado
Dorado
Espejo: Esmerilado
Azogado
Grabado [Grabado en hueco por el reverso]
Pulido
Dimensiones Altura = 33 cm; Anchura = 27 cm
Descripción Cornucopia de madera tallada y dorada, formada por un espejo de forma rectangular con la figura de San Antonio Abad esmerilada, un marco perimetral moldurado y rodeado por una talla de ramas vegetales rematada con una corona de laurel.

La cornucopia es un tipo de aplique de pared muy difundido durante el rococó consistente en un espejo pequeño con marco profusamente tallado y dorado, que en su parte inferior solía incorporar mecheros para que la luz reverberase en la luna del espejo. Se trata de una tipología de origen francés y en España se introduce a partir del siglo XVIII.

Los espejos como utensilios de tocador fueron muy usados en civilizaciones antiguas, elaborados con metal bruñido. Como mueble de habitación, surge en el siglo XVI, aunque su uso fue todavía poco corriente. Habrá que esperar hasta finales del siglo XVII, momento en el que las fábricas venecianas logran construir espejos de gran tamaño, para que se conviertan en uno de los principales objetos decorativos de los salones. En el siglo XVIII invaden la decoración y transforman el mobiliario, al incorporarse a distintos tipos de muebles, además de servir para iluminar las estancias sombrías y aligerar las paredes. Indisolublemente unido al deseo de lujo y apariencia propio de la sociedad decimonónica, así como al desarrollo del aseo personal propio del Romanticismo, durante el período isabelino aumentan en número y tamaño hasta convertirse en parte principal de la decoración mural. En los inventarios de mediados del XIX es frecuente encontrar la existencia de espejos grandes a juego con las consolas y demás mobiliario de la estancia.

La colección de Don Enrique de Aguilera y Gamboa (1845-1922), es testimonio de la riqueza y expresión de la identidad personal, propia del siglo XIX, que se opone a la expresión de la representación social, característica del siglo XVIII. La mezcla de estilos será una de las principales características de los interiores decimonónicos españoles revelándose la influencia francesa en los estilos Luis XV, Luis XVI, Imperio y Regencia, pero también se ponen de moda otros como el medieval, el renacentista o el oriental. El eclecticismo de la segunda mitad del siglo se verá reflejado en el palacio del marqués de Cerralbo, muchas de cuyas estancias suponen una evocación de los estilos del pasado, fundamentalmente del mobiliario surgido tanto en Francia como en Inglaterra, países creadores de los lenguajes artísticos que luego se interpretan y adaptan al gusto español.
Datación 1826=1900
Contexto Cultural/Estilo Historicismo
Lugar de Producción/Ceca Granja de San Ildefonso (La) (Segovia (comarca), Segovia)
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Foto: Arantxa Boyero Lirón

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